Punto de partida: Taranes
Tipo de recorrido: lineal
Distancia: 7,2 km
Tiempo estimado (sólo ida): 3,5 h
Dificultad física: alta
Dificultad técnica: media
Altitud mínima: 566 m
Altitud máxima: 1932 m
Desnivel acumulado: 1569 m
Track ruta: Taranes - Tiatordos
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La ascensión al Tiatordos, techo de Ponga, es una de las rutas más gratificantes que podemos hacer en el concejo. Todo el recorrido es interesante, la diferencia de altitud desde el punto de partida hasta la cima nos ofrece una gran variedad de paisajes diferentes, lo que hace todo el trayecto muy cambiante y ameno. Atravesamos lugares cono la Foz de La Escalada, el bosque de La Bufona, la majada de Entregüe, nos asomamos al vecino concejo de Caso desde los Fitos y disfrutamos con las espectaculares vistas desde la cresta, al borde de un corte vertical de 500m de altura.
La ruta no ofrece dificultades técnicas significativas, es un sendero de montaña más o menos definido y marcado con puntos rojos hasta la cumbre. El último tramo, desde los Fitos hasta el pico, es un poco más complicado ya que hay que atravesar algunos tramos de rocas grandes, aunque en ningún caso es peligroso. El mayor factor de riesgo al hacer esta ruta es la aparición de la niebla, ya que puede desorientarnos y complicar el camino de vuelta hasta encontrar la entrada al bosque de La Bufona, es recomendable utilizar un GPS o escoger un día soleado.
En cuanto a la dificultad física; es una ruta que tiene mucho desnivel y el camino es a veces muy empinado, el firme es irregular, con piedras, barro, ramas,... Todo esto hace que sea exigente a nivel físico. A pesar de ser un trayecto corto (7,2 km), se suele tardar entre 3 - 4 horas en llegar a la cima y entre 2 - 3 horas en completar el descenso.
La ruta parte de Taranes. Justo antes de entrar en el pueblo, al lado del puente que cruza el río, hay un aparcamiento donde veremos el cartel que indica su comienzo. Subimos unos 100m por una pista de hormigón y enseguida empezamos a ver los puntos rojos que marcan un sendero empinado, con tramos empedrados. No confundir con la pista ancha que continúa hacia la izquierda.
En muy poco tiempo, unos 20 minutos, nos acercamos a la Foz de La Escalada. Es un estrecho desfiladero espectacular, un corte en la roca que deja a la vista grandes paredes verticales, por donde el río Taranes busca su salida hacia el valle. Merece la pena detenerse en este paraje a disfrutar de las vistas.
Seguimos ascendiendo, dejamos atrás la Foz, y llegamos a un pequeño rellano donde debemos tener cuidado de no confundirnos, el lugar se llama El Fresnu. Hay un camino que asciende a la derecha que no debemos coger, debemos seguir recto, en llano, por el sendero que conduce al río, que tenemos que cruzar en este punto. El río puede tener corriente o no, depende de la época del año.
Cruzamos el río y nos adentramos en el bosque de La Bufona. Es un hayedo muy bonito, de laderas empinadas y ejemplares de árboles antiguos, retorcidos, muy recomendable para los amantes de la vegetación salvaje. Es una zona frondosa, por lo tánto húmeda y sombría, el camino está en ocasiones embarrado pero sin duda alguna merece la pena verlo. Cuando pasamos por una pequeña cueva en el camino, nos queda ya muy poco para finalizar el tramo del bosque, unos 15 minutos hasta encontar una portillera de madera.
A partir de la portillera el paisaje cambia totalmente, el bosque va dando paso a la vegetación de altura y observamos un terreno más llano, ondulado, con praderías. Al fondo a la izquierda vemos la loma del Tiatordos, estamos en la parte contraria del cortado.
Continuamos por el sendero, que nos da un respiro en cuanto a desnivel. A partir de ahora hay que estar más atento de las marcas ya que es más fácil perderse que en los tramos anteriores.
Llegamos a la majada de Entregüe. Son varias cabañas ganaderas de piedra en una pradería llana. Es un punto importante porque es el último lugar en el que vamos a poder coger agua. Según llegamos a las cabañas, al fondo a la izquierda hay una pequeña fuente con una bañera-pilón donde podremos reponer las cantimploras. Después regresamos a la entrada de la majada para retomar el sendero marcado.
Seguimos ascendiendo poco a poco hasta llegar a una segunda portillera, esta vez más pequeña y metálica. La cruzamos y ya casi estamos en los Fitos, la cuerda que divide los concejos de Ponga y Caso. Podemos ver al fondo del valle la pequeña localidad de Pendones. Estamos en la majada del Tiatordos, una pradería muy agradable donde confluyen varios caminos. Desde aquí vemos la loma de rocas por la que debemos ascender para alcanzar la cima.
Este último tramo está bien señalizado por las marcas rojas y pequeños mojones de piedras. Es importante no perderlos de vista para no meternos en algún terreno complicado de rocas. La ascensión dura 1 hora aproximadamente, es exigente pero muy gratificante cuando de pronto nos encontramos al borde del tremendo corte en la roca. Estamos en la cima, sólo nos queda disfrutar de las vistas y reponer fuerzas para el descenso.